Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 4 – Número 6 - ISSN 2711-0494
Migdalia Lugo Dávila // En torno a las conceptualizaciones acerca del poder … 64-93
existencia de más de una voz. Sin espacio, no hay multiplicidad; sin multiplicidad
no hay espacio. Si el espacio es en efecto producto de interrelaciones, entonces
debe ser una cualidad de la existencia de la pluralidad. La multiplicidad y el
espacio son co-constitutivos.
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. por último, y precisamente porque el espacio es producto de las “relaciones”,
relaciones que están necesariamente implícitas en las prácticas materiales que
deben realizarse, siempre está en proceso de formación, en devenir, nunca
acabado, nunca cerrado" (Massey, 2005:104-105).
Desde esa epistemología radical, compartida con Foucault, expone cuatro razones para
pensar el espacio de manera relacional:
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. Convierte el espacio en parte integral de lo político. Al poner fin a la separación entre
espacio y tiempo, entendiéndolos como co-constitutivos, abiertos, en constante devenir,
permite entender el espacio como parte necesaria de la producción de lo nuevo, de la
producción de la sociedad (Massey, 2005:123).
. La conceptualización del espacio en términos de relaciones permite una comprensión
de la identidad del lugar en tanto construido por medio de relaciones con otros lugares,
un sentido global del espacio. Ello favorece una postura política que permita apreciar
la especificidad local sin desvincularla de la trama más amplia, de lo global.
. La forma antiesencialista como es concebida la identidad permite la formulación de
nuevas preguntas y se abre a nuevas cuestiones relacionadas con las formas políticas
posibles. En oposición a una política de identidades pre-constituidas plantea una política
relacional “en la que se expongan los mapas de poder a través de los cuales se
construyen las identidades” (Massey, 2005: 125). Al respecto, no basta con reconocer
las cartografías de poder en las que necesariamente se apoya la construcción de
identidades, sino que políticamente es necesario reconocer también “la forma de esas
relaciones, su insoslayable contenido de poder social, las relaciones de dominio y
subordinación que pueden implicar, o (visto desde un aspecto más positivo) el potencial
habilitante al que pueden dar origen” (Massey, 2005:126). Ello significa que su tarea
política no es más reclamar derechos para un conjunto de identidades pre-constituidas,
sino asumir la responsabilidad por la forma de las relaciones a través de las cuales se
forjan identidades.
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. Ofrece otra forma de pensar la política. Una vez que se sale del molde de las secuencias
históricas impuesto a la imaginación política (“molde” moderno de la “temporalización
espacial”, compartido tanto por orientaciones de izquierda como de derecha), por el cual
se concibe una única historia, se abre la posibilidad de reconocer la multiplicidad:
“
rechazar la temporalización del espacio abre nuestras historias a la multiplicidad y
permite reconocer que el futuro no está escrito de antemano, sino que, al menos, en
cierto grado, dentro de las condiciones que imponen las circunstancias que no elegimos,
está en nuestras manos construirlo” (Massey, 2005:127).
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