Revista Latinoamericana de Difusión Científica
Volumen 4 – Número 7 - ISSN 2711-0494
J. O. D. Vargas Aspillaga et al // Políticas públicas y desarrollo agrario en el Perú … 85-98
infraestructura pública, con la intención de fomentar la inversión privada y dinamizar la
agroexportación y la industria agrícola (Hernández, 2021).
En el Perú, la política nacional agraria tiene como objetivo prioritario contribuir y
fomentar el desarrollo agrícola sostenible, competitivo e inclusivo, que beneficie a los
agricultores y mejore su calidad de vida y la de sus respectivas comunidades. La política
se ha diseñado en base a 6 enfoques, los cuales son: Derechos humanos, inclusión
social, desarrollo sostenible, género, interculturalidad y territorio. Al abordar los Derechos
humanos el análisis se centra en identificar y analizar las desigualdades sociales y
económicas en el sector agrario, con el fin de diseñar medidas correctivas, dejando de
lado el enfoque asistencialista y dotando de infraestructura adecuada para el desarrollo
del agro. En el análisis de la inclusión social, se ha identificado que la población de la
zona rural de la sierra y selva del país, no cuenta con las oportunidades para desarrollar
el sector agrario; y también se encuentran aislados del desarrollo, debido a la difícil
conectividad por inadecuas vías de transporte. Con el enfoque de desarrollo sostenible,
se propone hacer uso racional de los recursos, principalmente del suelo y el agua, con
el fin de contribuir a la seguridad alimentaria sostenible.
El enfoque de género promueve la participación de ambos sexos de manera
equitativa en las actividades agrícolas, así como en el acceso a las oportunidades de
desarrollo. La interculturalidad está relacionada con la incorporación de las diferentes
manifestaciones culturales, pues el Perú es muy diverso presentándose múltiples
lenguas y dialectos, usos y costumbres; por ende, al ser la agricultura una de las
actividades más antiguas desarrolladas desde épocas pre incas, su actividad tiene
variaciones en cuanto a métodos y técnicas empleadas que divergen entre la costa, la
sierra y la selva (por ende, la política agraria debe contener en su concepción o diseño
estos criterios); y finalmente, el ordenamiento territorial es importante que se fundamente
en los planes y estudios relacionados al uso del suelo, pues de esta forma se podrán
diseñar estrategias para orientar la actividad agraria sin degradar los recursos y hacerla
sostenible, garantizando la productividad, competitividad y la seguridad alimentaria
(Castillo, 2020).
Para Osorio (2018), la agricultura necesita ser desarrollada con un enfoque de
sostenibilidad, el cual es integral, donde deben considerarse las buenas prácticas en la
producción de plantas y animales; esta actividad económica es importante dado que de
la producción depende la alimentación de la población. Un aspecto a comprender en este
proceso productivo es que los recursos empleados son escasos, y no renovables, por lo
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